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Parras

Continua en la historia

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 ◈ Hay muchas razones para visitar Parras: sus nogaleras, su arquitectura antigua, su historia como oasis y foco de civilización en los desiertos del norte, o bien, su papel como cuna de los vinos del Nuevo Mundo.

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Pero más allá de todo esto, lo que disfruta quien lo conoce es su increíble encanto calle a calle.

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Conoce sus viñedos de antiquísima tradición y prueba sus exquisitos vinos. Especialmente notable es la Casa Madero, que tiene más de 400 años de historia y múltiples premios.

Refréscate en el hermoso Estanque de la Luz.

Contempla el espectáculo que ofrece el atardecer en la Cueva de los Murciélagos.

Atraviesa el Cañón de la Lima, una aventura imperdible.

Visita las Iglesias de Parras y conoce su espiritualidad: el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, el Antiguo Templo y Colegio de San Ignacio de Loyola y la Iglesia del Santo Madero, en el cual se conserva una astilla que, se dice, era parte de la cruz en la que crucificaron a Jesús.

Disfruta de su arquitectura en el Palacio Municipal y en el acueducto.

Conoce la historia de Francisco I. Madero en la Casa de la Cultura y en la Casa del Abuelo, que fuera hogar del prócer de la Revolución.

Pasea por la Plaza del Reloj y su historia revolucionaria y camina por la Plaza del Beso, que tiene pintorescas tradiciones románticas.

En Semana Santa, ya que se lleva a cabo el Festival del Globo de Cantoya de Parras; o bien, en agosto, durante las fiestas de la Vendimia.

Alameda 20 de Noviembre
y Santuario de la Virgen
de Guadalupe

Tres cuadras al norte de la Plaza de Armas, por General Treviño, está la Alameda 20 de Noviembre (Melchor Ocampo y Degollado), y a tres cuadras al poniente de ahí, se puede visitar el Santuario de la Virgen de Guadalupe (Melchor Ocampo) de origen virreinal.

Es una construcción sencilla de aire neoclásico, pero en su interior alberga bellos retablos y varios lienzos notables, algunos de los cuales son de Antonio de Torres, pintor mexicano de los siglos XVII y XVIII.

Aloja, también, múltiples recuerdos de Evaristo Madero (quien nació en Río Grande, Coahuila y Texas, pero vivió y laboró gran parte de su vida aquí) y de Francisco I. Madero.

Es aquí donde estaba la Hacienda del Rosario, adquirida por el primero a fines del siglo XIX. En ella residió este personaje y desarrolló una parte de sus empresas. Al paso de los años, la hacienda se fragmentó y ahora sus casas y dependencias han quedado dispersas dentro de esta zona del pueblo.

Agrícola Santo Madero

Uno no creería que fuera un territorio de buenos viñedos, pero lo es. Unos 25 kilómetros al oriente de Parras, en medio del desierto, aparecen algunas nogaleras y, algo más allá, este proyecto vitivinícola.

El rumbo está lleno de palmas del desierto (yucas) que se levantan con sus cabezas espinosas cinco o seis metros por encima del suelo.

Antigua Hacienda de Perote

En la orilla poniente de Parras se localiza esta casa que elabora vinos y aguardientes, cuando menos desde mediados del siglo XIX. Se dice que un indio llamado don Pedrote merodeaba por estos caminos atacando las propiedades y conductas de los antiguos novohispanos.

Su nombre pasó a este predio que originalmente fue parte de las grandes haciendas virreinales de la zona. Más tarde, hacia 1865 lo adquirió el inglés Fernando Chapman.

Dado que este extranjero tenía problemas para pronunciar aquel nombre, al lugar se le conoció desde entonces simplemente como “Perote”. Décadas después pasó a manos de la familia Cuéllar, uno de cuyos descendientes, Ignacio Alberto Chacón Cuéllar, es el propietario actual.

Aunque Perote tiene un expendio en el centro, la visita a las bodegas resulta más interesante. El pequeño viñedo adyacente y las nogaleras crean un entorno campirano de gran belleza.

Junto a la tienda –punto al que todos los visitantes suelen llegar– están las bodegas con las viejas barricas, los tanques y las líneas de embotellado y etiquetado.

Afuera hay una gran pila que recoge el agua de manantial. Y como parte del mismo conglomerado de edificios están el hotel y el restaurante. Entre las casas vinícolas, Perote es pionera en los servicios de hospedaje desde 2003.

Un imperdible en temporada de migración, es la visita a la cueva para observar la salida de cientos de murciélagos.

Otros atractivos:

Barro Viejo
Bodegas El Vesubio
Bodegas Segobia Fuantos

Sube a la Capilla
del Santo Madero
y disfruta la vista

A un kilómetro en línea recta desde la Plaza de Armas en dirección suroeste, y no lejos del Estanque de la Luz se observa el Cerro del Sombreretillo.

Un camino en espiral de unos quinientos metros de longitud permite subir hasta su cima donde se encuentra la Capilla de la Santísima Cruz, también conocida como la Capilla del Santo Madero.

El Santo Madero es una antigua cruz venerada desde hace siglos. Anteriormente, estaba sin resguardo, pero el viento la derribó varias veces, de modo que los parrenses cooperaron para construirle una capilla formal.

Las obras comenzaron en 1868 y concluyeron doce años más tarde. Desde lo alto del cerro, la vista de Parras, sus huertas y las montañas que la rodean es espectacular. No te la pierdas.

Adéntrate en
un río subterráneo

Si amas la espeleología dirígete a El Fuque, un llamativo, oscuro y muy profundo río subterráneo que abastece de agua a los estanques de Parras. 

Es un emocionante recorrido por debajo de la tierra coahuilense en un conducto subterráneo de 500 metros dentro del cual cruza agua. 

Toma fotos en
el Estanque de La Luz

A un kilómetro de la Plaza de Armas se localiza el Estanque de la Luz, que sin duda, es el lugar más fotografiado de Parras (la imagen del estanque y la capilla del Santo Madero al fondo es un clásico).

Se trata de una pileta de unos 70 metros de largo por 70 de ancho y 3 de profundidad construida en el siglo XIX y alimentada con agua de manantial.

Cuentan que el empresario y político, Evaristo Madero, abuelo del presidente Francisco I. Madero, invitó a este lugar al inventor estadunidense Tomás Alva Edison a hacer pruebas con la bombilla eléctrica.

En agradecimiento, Edison ayudó a don Evaristo Madero a instalar aquí una turbina hidroeléctrica, presuntamente alimentada con agua del estanque, con lo que Parras contó con energía eléctrica desde el siglo XIX.

Este relato sustenta la versión de los parrenses de que su pueblo fue el primer lugar de México en haber contado con electricidad.

Hoy en día, el Estanque de la Luz es un balneario público, que en los meses de verano resulta refrescante. A su lado hay palapas, asadores, juegos infantiles y chapoteaderos. Y como es tan amplio, se alquilan lanchas en temporadas vacacionales.

Otras actividades

Explora estrechos cañones
Hacienda del Marqués
Prueba y compra vinos en la Bodega Rivero González

Vendimias de Parras

Durante el mes de agosto se celebran las Fiestas de la Vendimia en diversos viñedos de Parras. Estas fiestas reafirman la tradición del vino y rinden homenaje al Valle de Parras. 

En diversas vitivinícolas, como Don Leo, Rivero González, Las Pudencianas, Hacienda el Perote y Casa Madero se realizan maridajes y la pisada de uvas.

Conoce todos los atractivos,
actividades y recorridos.

Pueblos Mágicos de
Coahuila







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